Os creéis salvadores de pechos.
Nunca
deberíais interponeros entre alguien y sus ganas de autodestrucción.
Pero siempre os interponéis, porque os creéis salvadores de pechos con ganas de romperse y sentirse vacíos sin otro pecho que
compense su desnivel de soledad, de pena, y acabáis rompiéndoos el
vuestro por idiotas. Hay gente que no está preparada para querer a
otra persona que no sea a ella misma, y creéis que vosotros vais a
ser los primeros en hacerles sentir algo, pero nunca acaba siendo así
porque nunca van a estar dispuestos a querer a alguien, no porque no
sepan -porque para querer a alguien no hace falta saber, solo hacen falta ganas de entregarse-, sino porque no les da la gana.
Siempre os acabarán decepcionando esas personas que desde el primer
momento os dicen que el amor es una mierda, pero pese a todo sois tan
ingenuos de ir a por ella, que luego os quejáis cuando el tren os
atropella por cruzar cuando la barrera de paso estaba bajada y
parpadeaba la luz del semáforo, intensamente, para que no dieses ni
un paso más. Luego no sabéis como explicarle a la gente el
destrozo, no para que os entiendan, sino para intentar entenderos a
vosotros mismos. Lo importante es enamorarse joven y dejar un bonito
cadáver y que te decepcionen cuanto antes para pasar a la siguiente
decepción. El amor brilla tanto por su ausencia que a este paso nos
va a dejar ciego el corazón.
http://bonhomia.blogspot.es/
ResponderEliminarIncreíble tu blog!!!... Enhorabuena!!!
muy cierto.
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