Dolemos más que nadie.

Eres de las personas que piensa que todo va a salir bien, pero no dejas entrar nada porque piensas que va a entrar mal, y entonces cuentas que tienes todo el pecho lleno de cosas tiradas por el corazón que una vez fueron bonitas, pero que ya no lo son, y que cada vez que alguien entra se tropieza dejando una cosa más que pesa, y que tienes miedo a que te dé un vuelco el corazón. Cuando cuentas esto ya consigues la atención de la gente, y no hay nada peor que cautivar a alguien en las cosas del amor que duelen, pues todos pensamos que no vamos a doler, y dolemos más que nadie, pero es peor ser indeciso que arrepentirse, y de arrepentidos está el barrio lleno. Contra más tratas de huir del amor más te pones en la diana, y cada vez es más fácil tener puntería porque tus miedos son más grandes. Te das cuenta que ya no sabes qué hacer para encajar tantas promesas rotas. 

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