Nunca me gustó como besabas.


Me gustabas porque me dijiste desde el principio que eras imposible, como una primavera sin ganas de revolución, como pedirle pétalos a un cáctus, como que el agua y el aceite se revuelquen dentro de un mismo vaso. Me gustabas cuando escribías en mi cama y recitabas lo que habías escrito, y para mí eso era como si estuvieses bailando en mi cama desnuda. Contra más alto subíamos, más vértigo tenías, más miedo por si resbalabas y la hostia contra el suelo te destrozaba, y es que de tanto mirar para abajo me dejaste de mirar a mí, y yo no paraba de mirarte, desolado, viendo que no tenías ya ilusión, mientras notaba como la mía estaba cayendo desde donde estábamos, con tanta velocidad y turbulencias que tenía toda la pinta de reventarse contra el suelo, te miraba viendo lo perdida que estabas y las ganas que tenías de bajar, y es que nunca te dejaste llevar, y nunca podrás amar a alguien, porque el amor es dejarse llevar sin importar la hostia que te vayas a pegar. Invertí mis ilusiones contigo a plazo fijo y has quebrado y ya nunca las podré recuperar. Ahora te echo de menos y te sigo queriendo de más, como siempre; y supongo que la soledad se ha convertido en el sitio donde esperarte.

Y es que nunca me gustó como besabas con tanta pasión al miedo cuando nos despedíamos hasta el día siguiente, pero siempre confiaba en que algún día eligieses entre él o yo, y siempre gana el más hijo de puta.

Comentarios

  1. Hola! Me encanta como escribes. Para cuando el próximo texto? :) Por cierto, me voy a presentar a un concurso literario. Qué me aconsejas? Un beso y sigue escribiendo así de bien :)

    ResponderEliminar
  2. Nunca nunca me gustó!!!
    Re lindo el post!!!
    Gracias por compartirlo
    Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Ganadora de un ejemplar de "Me dolía la garganta de callarme esto"

Somos.

La rutina de vivir en el caos.