Somos, que al fin y al cabo es lo importante
Somos una generación desesperada por sentir por cualquier cosa, la generación que le da más miedo enamorarse que cruzar sin mirar mientras va hablando por el móvil con algo que les haga sentir lo que sea; la generación que fuma cigarrillos de liar, no por ahorrar, sino para hacer algo con sus manos y tener los dedos llenos, ya que luego va por ahí con el pecho vacío. Siempre estáis mirando la hora, como si fueseis a llegar tarde, ¿pero tarde a qué?, si ya nadie nos espera más de cinco minutos. Sois de exigir que os lo den todo sin haber dado aún nada, sois de esquivar las piedras y tropezaros solos, sin saber que la piedra hay que meterla en el bolsillo y cuidarla para que no se vuelva a caer. Sois de olvidaros de vuestros antiguos rollos cuando dejáis de masturbaros pensando en ellos. Que de aquí a unos años cuando nos hagan la autopsia van a encontrar un pecho lleno de nombres tachados y un corazón deformado de los puñetazos que le hemos dado. No sabéis querer, pero creer que queréi...